jueves, 11 de marzo de 2010

Ciclo 2010




 La transformación de un fragmento de la ciudad y la obra de uno de los profesionales más importantes del momento, el piamontés Vittorio Meano, quien en el momento de su trágica muerte en el año 1904 estaba dirigiendo las obras del Palacio del Congreso Nacional, del Teatro Colón y había enviado su participación al concurso internacional para la construcción del Palacio Legislativo del Uruguay en Montevideo.
En el texto de Rita Molinos y Mario Sabugo Vittorio Meano, la vida, la obra, la fama los autores comentan respecto del Palacio: "[...] Las iniciativas para erigir un nuevo edificio para el Parlamento se concretan el 17 de octubre de 1883, por la Ley nº 1349 que encomienda al Poder Ejecutivo la gestión de los planos y presupuestos necesarios . Luego de un prolongado lapso de inactividad, por Ley nº 2204, en 1887, se autoriza el llamado a concurso de proyectos, previendo la construcción en la manzana de Paraguay, Charcas, Riobamba y Rodríguez Peña.
Dos años más tarde, en julio de 1889, el presidente Juárez Celman defiende ante las Cámaras la superior conveniencia de instalar el Congreso en el extremo oeste de la Avenida de Mayo. Este predio, propiedad de los hermanos Spinetto, es en definitiva el elegido para el proyecto.
El concurso se sustancia en 1895. [...]"
En la revista Arquitectura editada por la Sociedad Central de Arquitectos de Buenos Aires del mes de junio de 1904 aparece publicado un artículo póstumo del mismo Meano que comenta la "génesis" del proyecto. Hago a continuación una selección de algunos párrafos:
"[...] El palacio del Congreso se levantará pues en el lugar fijado, marcando con su fachada principal el non plus ultra del trazado magestuoso de la Avenida de Mayo. Esta, cruzando reciamente la calle Entre Ríos (hasta que el nuevo edificio revele la necesidad de una plaza en su frente), permitirá que la fachada sea vista bajo un ángulo visual de abertura y longitud respectivamente iguales al ancho y largo del boulevard mismo... [...] ... La fachada, mirada desde el boulevard, requiere en su parte central un motivo no más ancho que el mismo boulevard, y por consiguiente el ancho de la cúpula no podrá exceder el de aquél... [...] ... Quien haya visitado la ciudad de Turín y haya admirado desde las alturas de los alrededores su espléndido panorama, habrá sin duda reparado en que la cúpula piramidal de la Mole Antonelliana (Panteón Nacional), sobresale entre las numerosas cúpulas redondas de las iglesias turinenses, pareciendo mucho más grande que todas ellas, aunque en realidad lo es tan sólo de pocos metros, en cuanto se refiere a su base... [...]... El arquitecto Antonelli ha tenido tanta fé en la aparente y real solidez de su cúpula, que no ha trepidado en sobrecargarla, a partir de los ochenta metros y sobre una reducida base de nueve metros de lado, con una serie de cúspides alcanzando la friolera de 100 metros como elevación total. [...]"
En estas líneas Meano comenta la situación del edificio respecto de una Av. de Mayo ya inaugurada y cómo tuvo en cuenta el "boulevard" para el proyecto de su propio edificio. Además aparece mencionada la figura del ingeniero Antonelli con su obra más significativa en la ciudad de Turín: la Mole Antonelliana que Meano conoció y visitó antes de su viaje a la Argentina.
En otra parte del texto Meano explica el tema del "estilo" adoptado y señala: "[...] Acudiremos pues a la arquitectura romana, a aquella Roma que heredó de la libre Grecia la más hermosa de todas las arquitecturas y supo aprovecharla modificándola, enriqueciéndola y ampliándola, hasta llevarla al más alto grado de esplendor.
Sin embargo, no intentaremos, no, rehacer la arquitectura de las Termas, del Panteón, del Foro, con sus proporciones colosales, con su simbolismo pagano, con sus caracteres arqueológicos adecuados al fastuoso poder romano. Procuraremos por lo contrario adoptar la pompa y la ostentación romana con la pureza de las líneas griegas, pero no combinando los dos estilos, sino tomando de cada uno de ellos lo bastante para aprovechar sus caracteres más sobresalientes, más típicos, más aptos para amoldarse a las actuales exigencias y expresar más sinceramente el pensamiento moderno [...]".
Les adjunto entonces:
  • Una foto del AGN (Archivo General de la Nación) del antiguo Congreso Nacional, hoy "englobado" por el edificio de la AFIP que está frente a la Plaza de Mayo y al cual se puede acceder por la calle Balcarce al 100
  • Una imagen de la Plaza Lorea publicada en el libro de Elisa Radovanovic Buenos Aires. Avenida de Mayo (Buenos Aires: ediciones turísticas) con el tanque distribuidor de agua instalado en 1869
  • El dibujo de Vittorio Meano presentado en el concurso internacional para el Congreso Nacional
  • La Mole Antonelliana en Turín