miércoles, 28 de octubre de 2009

La ciudad a mediados del siglo XIX.


Fíjense por ejemplo la zona donde actualmente está el barrio de Palermo, digamos a la derecha y en la zona media mirando desde la costa (se ve la cuenca del arroyo Maldonado sin entubar, claro). Verán también un lugar anotado "Palermo de San Benito"

lunes, 26 de octubre de 2009

Los disidentes



Recordemos que esa historia comienza con las gestiones del gobierno de Bernardino Rivadavia para negociar en Europa el envío de doscientas familias para un centro urbano de economía agrícola que se llamaría ciudad General Belgrano.
A tal efecto en 1823 se expide un decreto autorizando al Ministerio de Relaciones Exteriores para el envío de familias europeas "morales e industriosas" para formar nuevas poblaciones en la frontera.
En 1824 se forma la Comisión de Inmigración que el año siguiente se da un Reglamento del cual les cité el siguiente texto en clase "[...] Los emigrados, conforme a la costumbre del país, no serán perturbados en la práctica de sus creencias religiosas, y quedan eximidos de todo derecho o contribución que no sea impuesta a la comunidad en general. [...]" (artículo 22)
En febrero de 1825 se firma con el gobierno inglés el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación que dará derecho a los súbditos británicos a practicar su religión pública o privadamente y establecer cementerios, capillas e iglesias, en los sitios que consideren convenientes.
Este Tratado es el origen de las arquitecturas y lugares de los "disidentes" para el ejercicio de sus cultos y para enterrar a sus difuntos.
En el grupo de escoceses que llegan en 1825 se encontraba el arquitecto Richard Adams que realizó el proyecto de la Catedral Anglicana de Buenos Aires en la calle San Martín de Tours al 200 (inaugurada en 1831), el templo presbiteriano de la calle Piedras (demolido cuando se abrió la Av. de Mayo) y la capilla del Cementerio ubicado en la intersección de las calles Hipólito Yrigoyen, Pasco y Alsina (en ese predio se encuentro hoy la Plaza 1º de Mayo).

  • La iglesia escocesa de San Andrés en una acuarela firmada en junio de 1847 por H. P. donde se ve la fachada flanqueada por casas coloniales
  • La vista del Cementerio con la capilla neogótica recién construida (1833), una litografía publicada por C. E. Pellegrini, su autor, en 1841 (estas imágenes están tomadas del libro Iconografía de Buenos Aires de Bonifacio del Carril y Aníbal G. Aguirre Saravia.
  • La foto de Esteban Gonnet de la entrada del cementerio inglés ca. 1865 (fíjense el epígrafe), reproducida en el libro Buenos Aires, ciudad y campaña, editado por la Fundación Antorchas a partir de la idea de Luis Príamo.

lunes, 19 de octubre de 2009

Catedral Metropolitana



Recuerden que el interior del templo se define a través del proyecto de Antonio Masella en la segunda mitad del siglo XVIII, momento en que es demolida la fachada hecha por los jesuitas a principios de ese siglo.
A través del Decreto de noviembre de 1821 (que les adjunté en otro mail) el gobierno rivadaviano da inicio al actual pórtico de acceso.
La segunda etapa la veremos el miércoles, es decir, una vez realizada la "obra gruesa" restaba el "aparato ornamental".
Les adjunto entonces una reproducción de finales de 1829 donde Bacle imprimió una litografía dibujada por Arthur Onslow que representa la llegada del cortejo fúnebre del coronel Dorrego a la Catedral, el 21de diciembre. Se ve detrás el pórtico "inconcluso".
Les agrego el mapa que incluye el dr. arquitecto Alberto de Paula en su estudio sobre los templos "no católicos" en el siglo XIX en la revista Anales del IAA que representa la ubicación de la colonia escosesa de Santa Catalina en la zona sur de la ciudad (Monte Grande). Hablaremos del arquitecto Richard Adams vinculado a algunos de los templos protestantes en la ciudad.



Momento en que el "grupo rivadaviano" pasa a tener las riendas políticas de la ciudad y su territorio circundante.
Recomendé una tesis doctoral de Fernando Aliata, La ciudad regular. Arquitectura, programas e instituciones en el Buenos Aires posrevolucionario, 1821 - 1835, editada por la Universidad Nacional de Quilmes porque este autor desarrolla las transformaciones urbanas de la ciudad en el período.
Entre otros temas Aliata menciona que a partir de 1820 el grupo rivadaviano tiene la voluntad política de producir un proceso global de reorganización que contaría con la presencia de técnicos idóneos para llevarla a cabo.
El período coincide con el inicio de la "ciencia urbana", una disciplina que tiende a generar una ciudad de servicios cuyo equipamiento debe extender su radio de acción al territorio.
Para realizar las reformas el gobierno crea "cuerpos técnicos" como el Departamento de Ingenieros Hidráulicos, a cargo del desarrollo de la infraestructura, y el Departamento de Ingenieros - Arquitectos, a cargo de la reestructuración edilicia.
Estos cuerpos estaban formados por ingenieros o ingenieros - arquitectos formados en los cuerpos de "Batiments Civils" o "Ponts et Chaucés" formados en la Ecole Polytechnique.
Esta conjunción de programa político y saber técnico da como resultado:
  • La regulación de la ciudad y el reordenamiento de los suburbios
  • La reubicación higiénica de los servicios
  • La redefinición y el crecimiento del territorio de lo público
Los ingenieros entienden que las ciudades deben conformarse mediante un "trazado regular" y esa idea de "regularidad" aparece claramente expresada en el plano de Bertrés de 1822 que si bien no es "riguroso" muestra una estructura urbana reordenada y regularizada ocultando las distorsiones que han provocado en alguna de sus partes el abandono del plan originario. (Les adjunto la versión del plano que mostré en clase)
Esta regularidad está secundada por una serie de desiciones sobre la ciudad entre las que se cuentan:
  • La obligación de presentar planos al Departamento de Ingenieros por cada obra privada que se realice.
  • La prohibición de la costumbre de la edilicia colonial de hacer sobresalir las rejas de las ventanas sobre el espacio público
  • La eliminación de los desagües pluviales de fincas particulares hacia la calle
  • La colocación de ochavas en todos los edificios nuevos (esto creó resistencias entre ellas la producida por el diputado Díaz Vélez quien se pronunció contra la injerencia y el ataque a la propiedad ya que "donde no había una conveniencia pública no habría por qué causar un perjuicio (...) que debía sostenerse el hecho de construir en la línea que formó la planta de esta ciudad, que lo demás era atacar a la propiedad".
Una panorámica de la ciudad a fines del período rivadaviano la ofrece la acuarela de Carlos Enrique Pellegrini realizada en 1829 para el Tableau Pittoresque donde desde un elevado punto de vista el artista incluyó el gran arco de la Recova y la proyección de la calle de la Reconquista con la iglesia de San Francisco (con la fachada de Tomás Toribio); y en el frente, los doce primeros arcos de la Recova Nueva, que eran los únicos entonces construidos. Sobre ellos aparece el mirador de la casa de Altolaguirre.
Les adjunto finalmente la vista de C. E. Pellegrini de la calle de la Catedral en la que se ve el Cabildo de perfil y el edificio contiguo de la Policía, a la derecha; la torre de San Ignacio y gran parte de la Recova Nueva, en el fondo, con los altos de Crisol que se estaban construyendo sobre la calle de la Universidad (Bolívar).
Como tantas otras imágenes enviadas en mails anteriores éstas están tomadas del libro Iconografía de Buenos Aires de Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia.

jueves, 8 de octubre de 2009




Miramos algunos aspectos de la ciudad y su arquitectura en el cambio de siglo XVIII - XIX y las ideas del grupo rivadaviano que se materializaron en las dos obras más representativas del período: el Pórtico de la Catedral Metropolitana y la Sala de Representantes de la Manzana de las Luces.
Empezamos retomando un tema planteado la otra clase: la influencia de la Academia en América a través de tres importantes profesionales que trabajaron en México, Santiago de Chile y el Río de la Plata, respectivamente Manuel Tolsá, Joaquín Toesca y Tomás Toribio. Les adjunto en primer término la vista de la iglesia de San Francisco de C. E. Pellegrini del álbum de 1841 realizada probablemente sobre un dibujo de 1835 que representa la calle Defensa y Alsina. La fachada del templo, de líneas neoclásicas (a partir de la enseñanza en las Academias como vimos ayer), corresponde al plano hecho por Tomás Toribio en 1808. Fue totalmente modificada en 1901.
La historia de la Catedral Metropolitana es larga e intensa. Cité un texto de Fray Pedro Carranza tomado de una carta que le dirigió al rey el 4 de marzo de 1621 donde le contaba "[...] tan indecente (el edificio de la Catedral) que en España hay lugares en los campos de pastores y ganados más acomodados y limpios. En ella no hay sacristía sino una vieja, corta e indecente de cañas, lloviéndose toda, con suma pobreza de ornamentos, que ni casulla ni capa frontal hay para celebrar los oficios divinos, ni libros ni órganos para cantar. El Santísimo Sacramento está en una caja de madera tosca y mal parada, una capa vieja o dos y un mal frontal. No hay tablas sino cañas en el techo con cantidad de nidos de murciélagos, todo lleno de polvo y un retablo viejo de lienzo, y sin coro, ni cosa que huela a devoción ni decencia. [...]"
En 1692 se confeccionaron los planos cuyas copias se conservan en España y sobre ese edificio Bianchi y Primoli definieron la fachada, demolida en 1778 cuando se rehace el interior (el actual) según el proyecto de Antonio Masella. La Catedral quedará "sin fachada" durante tres decenios y así la muestra la acuarela de J. E. Eliot o Egiot, probablemente algún oficial inglés que estuvo en Buenos Aires durante las invasiones de 1806 - 1807. Muestra la situación del frente tapiado y las grandes torres demolidas.
En 1821 un decreto emanado del gobierno rivadaviano va a dar inicio al Pórtico que actualmente constituye la fachada del edificio. En el texto del decreto comunica las claves simbólicas que se le quieren dar a la nueva fachada. Fernando Aliata en la tesis doctoral que presenté en clase transcribe el decreto:

“Cuando la patria se prepara a dar una prueba sin ejemplo de su reconocimiento al ejército que ha conquistado la independencia; y cuando colocada en su más digna aptitud se ocupa de garantir a todas las clases el fruto de esa misma independencia, la libertad y la civilización; el gobierno cree que para perfeccionar esta obra inmortal debe contraerse a patentizar los sentimientos de gratitud y gracias que rinde a la protección que la Divina Providencia se ha dignado acordar a este país. “

Es decir que el pórtico deberá ser según sus impulsores un monumento celebratorio de gratitud a la Divina Providencia por las victorias alcanzadas y el reconocimiento al ejército de la Independencia, una acción de gracias por esa Independencia que garantizará de ahora en más la libertad y la civilización.

Les adjunto un dibujo de Pedro Payró con la "obra gruesa" del Pórtico que data de 1846.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Plantas comparativas




Esquema comparativo en escala de los templos porteños de la etapa colonial que pertenecen a un trabajo de investigación dirigido por el arquitecto Carlos Gil Casazza, profesor titular de la FADU, UBA.
Les envío también una vista de la ciudad desde el río hecha por Carlos Enrique Pellegrini en 1832, donde se ve el frente de la iglesia anglicana (en blanco), que veremos en un par de clases en el curso, y el conjunto arquitectónica de la Merced, con la cúpula de la Catedral en el fondo. También se ven los "arbolitos" de la Alameda, primer paseo de la Buenos Aires colonial frente al río donde hoy se encuentra la Av. Leandro Alem.

martes, 6 de octubre de 2009

Plaza de toros




Uno de los aspectos menos conocidos de nuestra ciudad colonial tenga que ver con las corridas de toros que se hacían en toda la América española incluyendo a nuestra ciudad.
El texto que cuenta detalladamente las historias de las plazas de toros que tuvo la ciudad en el siglo XVIII y principios del XIX (dijimos que durante la época de B. Rivadavia quedó "desafectada" la del Retiro) es el escrito por José Antonio Pillado, Buenos Aires Colonial, edificios y costumbres. Encontré una vieja edición del Centenario en la Biblioteca Nacional que incluye la reproducción de una estampa del siglo XVIII con una escena de una corrida de la colección particular del autor y el plano donde se ubicaba la Plaza de Toros en la actual Plaza San Martín. Fíjense que por la actual calle Paraguay bajaba el Zanjón de Matorras, uno de los tantos "desagües" naturales de la ciudad.
Hablando de zanjones les recuerdo la visita que haremos al de Granados el domingo 25 de octubre a las 13.00 hs.
Vimos también que el único que la única imagen con la que contamos de esa plaza fue la realizada por Emerix Vidal (c. 1818). Dice Vidal que se ve en ella toda la extensión de la ciudad desde la playa del río hasta las afueras en el campo. El polígono que se ve a la izquierda es la Plaza de Toros.

Cabildo


la imagen pedida, se trata de la acuarela (año 1832) de Carlos Pellegrini donde se ve el Cabildo de perfil y el edificio contiguo de la Policía, a la derecha; la torre de San Ignacio y gran parte de la Recova Nueva, en el fondo, con los altos de Crisol que se estaban construyendo sobre la calle de la Universidad (Bolívar).
Esta reproducción está tomada del libro Iconografía de Buenos Aires de Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia editado por la MCBA.