En este primer envío quería citar y comentar algunos párrafos del texto de la doctora Graciela Silvestri que llevé el miércoles pasado: "Las dos orillas. Obras, proyectos y representaciones en el Río de la Plata", uno de los textos de la compilación de J. M. Borthagaray titulada El Río de la Plata como territorio, donde la autora desarrolla algunas hipótesis e ideas en torno de la expedición de Don Pedro de Mendoza de 1535/1536 y anota "[...] La expedición de Mendoza también llegó al Plata en busca de los míticos metales. No tenía autorización para fundar una ciudad, ni siquiera un puerto marítimo (sino tres fortalezas de piedra) de tal manera que el asentamiento a orillas del Río que en las lecciones escolares se considera la "primera fundación" de Buenos Aires no fue tal. Ni siquiera sabemos con seguridad en qué lugar se aposentó Mendoza. Ulrich Schmidel, el soldado bávaro que escribe en alemán sus recuerdos de la expedición, no es preciso al respecto, y no es posible confiar en los grabados que se reproducen una y otra vez para recordar aquella Buenos Aires, ya que fueron realizados para una edición tardía, por un dibujante que no había formado parte de la expedición.
En 1936, el tema de la fundación alcanzó gran relevancia política en Buenos Aires, se debía festejar el cuarto centenario acompañando las grandes transformaciones físicas proyectadas en la ciudad (la ampliación de la tradicional calle Corrientes, la avenida Nueve de Julio, el Obelisco, la Diagonal Norte, el límite de la capìtal consolidado en la avenida General Paz). Simbólicamente, en aquellas marcas originales en el Río debía estar contenida la identidad actual de la ciudad; los relatos sobre el primer asentamiento, entonces devenido en fundación espiritual, fueron convenientemente limpiados de las referencias de ignorancia, la crueldad o la codicia de los españoles, para ponderar el valor, la religiosidad y su "visión de futuro" al elegir estas playas vacías para lo que sería, siglos después, una importante metrópoli.
El problema radicaba en que no se conocían fecha y lugar ciertos del desembarco. Una comisión formada ad hoc debía resolver rápidamente la cuestión: en 1936 ya estaba preparada la historia oficial. Se habría tratado, según esta versión, de una fundación, aunque no fuera en regla; la fecha se fijó un 2 de febrero, el día de la purificación de la Virgen, por lo cual el primer nombre de Santa María venía justificado, y de paso los colores de la bandera, el escudo municipal con el Espíritu Santo y el destino devoto de la ciudad original, tan de acuerdo con el clima del Congreso Eucarístico que se celebró en 1935. El sitio elegido por Mendoza habría sido, según la Comisión, en los altos de San Pedro, en la meseta sana, siguiendo la supuesta sabiduría española para las fundaciones. Para completar la eficacia del relato, el gobierno de la ciudad no sólo difundió el hecho durante todo el año, a través de publicaciones periódicas, exposiciones y charlas radiales, sino que también ensayó una reconstrucción histórica, con carabelas y vestimentas de época. [...]"
Les adjunto entonces una reproducción de uno de los dibujos que ilustran el relato de Ulrico Schmidl (o Schmidel) de su Viaje al Río de la Plata, un texto del arquitecto Nicolini sobre la traza de la ciudad en América durante el siglo XVI que condensa sus investigaciones sobre el tema y algunos gráficos (el plano fundacional de Mendoza de 1561 y el "plano teórico" de las Leyes de Indias para que los comparen) de ese texto pero en una versión publicada en los Anales del Instituto de Arte Americano Nº 29.
Algunos datos de investigación.
ResponderEliminarhttp://www.buenosaires.gov.ar/areas/cultura/patrimonio_instituto_historico/?menu_id=29468
Giovanni Andrea Bianchi, un arquitecto italiano en los albores de la arquitectura colonial argentina
PLAN FRANCES DE CONQUISTA DE BUENOS AIRES (1660-1693). Barthélemy de Massiac.
http://www.gestialba.com/public/utilidadescast041.htm
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