martes, 8 de septiembre de 2009

Clase 2-A





En clase leí dos textos del padre jesuita Antonio Sepp que dan cuenta del estado de las obras del actual templo de San Ignacio a fines del siglo XVII (las cartas son de abril y mayo de 1691. Les transcribo los párrafos leídos:
"[...] Todas las casas tienen planta baja solamente; no están hechas de madera ni de piedra, sino de tierra o adobe. Por ello se mantienen apenas siete años y luego se desmoronan y caen fácilmente. Los techos son de juncos. Hace cinco años, nuestros padres encontraron cal y el modo de cocer ladrillos. Por ello el techo del colegio no es de paja, sino de tejas, como en Alemania. Del mismo ladrillo construimos ahora un campanario que será el comienzo de una iglesia de este material. Finalmente se echará mano al colegio.[...]"
24 de mayo de 1691
"[...] Tienen intención de edificar una nueva iglesia. Ya han comenzado con la construcción de una alta, hermosa torre de piedra y cal. La torre ya está erigida a medias. Los arquitectos son jesuitas y los artesanos son nuestros indios, enviados desde las reducciones a Buenos Aires. Así resulta que el Colegio y algunas pocas casas de la pequeña ciudad ya están cubiertas de tejas. Todos los demás techos son de paja. [...]"
Frente a estos documentos el historiador Mario Buschiazzo se pregunta: "[...] ¿Será acaso la fachada actual esa a la que se refiere Sepp, contra la cual vino a apoyarse el templo proyectado por Kraus? Carentes de suficiente documentación (sigo citando a Buschiazzo), nada podemos afirmar fuera de que sin lugar a dudas la fachada actual está desvinculada del edificio que respalda. Las cornisas de las torres (una de éstas data de mediados del siglo pasado) no coinciden con la cornisa del templo sobre la calle Alsina; el pórtico con sus tres bóvedas de arista (miramos en clase la de la galería de la Procaduría) es algo más estrecho que los tres arcos que dan al atrio, de modo que también en esto hay falta de concordancia, y evidentemente la parte central de la fachada - el hastial propiamente dicho - no se liga con las torres que lo encuadran. Desconociendo la fecha en que se hizo la fachada nueva y desaparecidos lo planos originales de Kraus, es imposible asegurar que fuera éste el autor del estupendo imafronte; en todo caso, fuera Kraus, Wolff o Weger, es evidente que se trata de un arquitecto de excepcionales condiciones dentro del modesto ambiente de nuestra ciudad en la época que estamos refiriendo. [...]"
Mucho nos dicen los documentos citados de la primera arquitectura de Buenos Aires. Por ejemplo el tema de los hornos de ladrillo. Sabemos que en el siglo XVII, durante el gobernador José Martínez de Salazar, había hornos para la producción de material cerámico para el Fuerte.
Durante el rectorado del padre Simón de León (1684 - 1687) había también hornos en el huerto del Colegio (Moreno y Bolívar).
En 1686 alguien daba directivas para hacer hornos de ladrillo y teja, retechar el Colegio y edificar la torre sur de la iglesia de San Ignacio que como dijimos en clase es la más antigua construcción de Buenos Aires.


Imagenes referidas a la reconstrucción del arquitecto De Paula de la Manzana Jesuítica (luego de las Temporalidades y finalmente "De las Luces") porque avanzaremos a partir de estas imágenes con las primeras arquitecturas importantes de fines del siglo XVII y principios del XVIII.

No hay comentarios:

Publicar un comentario